
Campamento San Joaquín
Campamento 2025

Conociendo la historia del Campamento
En el año 2012, impulsados por el padre Enrique Mascorro y el entonces estudiante Miguel Castellanos CMFF, se concibió la idea de organizar una velada juvenil en el rancho donde los mártires de San Joaquín fueron martirizados. Invitaron a las diversas comunidades de jóvenes existentes en la Provincia en aquel momento, y solo el grupo JOSAMAC de Guadalajara respondió a la convocatoria; acompañados por los estudiantes de filosofía, que vivían en Guadalajara, y los de teología, en CDMX, lograron llevar a cabo esta primera velada.
Para el siguiente año, los entonces estudiantes de filosofía Pedro Navarro y Edgar S. Tapia decidieron dar continuidad a la experiencia, cambiando el nombre de “Velada” a “Campamento”. Conscientes de que las cosas crecen gradualmente, como la semilla de mostaza (cf. Mt 13, 31-35), nuevamente convocaron a las diversas comunidades claretianas del país.
El Campamento fue cobrando vida poco a poco y cada año se esperaba con gran expectación. Desde sus inicios, se consideró que el Campamento pertenecía a los jóvenes y a las diferentes comunidades participantes. Por lo tanto, el liderazgo de la coordinación siempre fue rotativo, generando emoción al saber quién tomaría la responsabilidad el próximo año.
Algunas actividades, como la Hora Santa, la fogata, el rally y la celebración de la Eucaristía al inicio y al final, se han realizado en casi todos los Campamentos desde el principio. Curiosamente, otra tradición arraigada desde los primeros Campamentos es el rap de la bendición para los alimentos.
A lo largo de los años, muchos jóvenes inspirados por la misión claretiana y motivados por la figura de Andrés Solá CMF se han reunido en este Campamento, tejiendo lazos de hermandad y amistad, compartiendo la vida al estilo claretiano.
A pesar de los desafíos, como la pandemia que nos obligó a considerar modalidades virtuales y mixtas en 2020 y 2021, el Campamento San Joaquín ha perdurado estos años ininterrumpidamente. Desde que regresamos a la normalidad, se ha retomado con entusiasmo la gratificante experiencia de encontrarnos en el Campamento San Joaquín.

Por ti muero, Jesús
Por ti muero, Jesús,
mi vida te entregaré
proclamando tu reino,
siendo signo de fe.
Por ti muero, Jesús,
tu testigo seré
hostia y sangre ofrecidas:
¡Viva Cristo Rey!
Sube al tren peregrino,
sube ya Andrés Solá,
te acompañan Leonardo
y José Trinidad.
La injusticia les lleva
donde no hay libertad,
donde impera la muerte,
donde hay odio y no hay paz.
Han llegado a la cumbre
testimonios de la fe,
yacerán en el yermo,
borbotando en el amor.
Martirial es la sangre,
ofrecida por Dios,
martirial es la vida,
cuando ofrece el perdón.
Tres son ya Eucaristía,
pan de Cristo, oblación;
tres son vida ofrecida,
paz, servicio y misión.
Intercedan por nosotros,
Mártires de San Joaquín.
Juventud que se entrega
por el Reino hasta el fin.