El domingo 13 de octubre fue un día muy especial, ya que tuve la oportunidad de reunirme con los jóvenes del grupo misionero INCORAMA de nuestra comunidad en Toluca, bajo el acompañamiento del P. Eduardus CMF. Este grupo, con una fuerte identidad misionera, se prepara durante el año para compartir su fe en distintas comunidades. Recientemente, participaron en una misión junto con jóvenes de Torreón en las parroquias de la Costa Chica, Oaxaca. No obstante, la misión de Semana Santa no es su único apostolado; también se dedican a realizar obras sociales en Toluca y, en esta ocasión, están organizando un retiro para diciembre. Según sus coordinadores, el grupo está conformado por unos 20 jóvenes, entre profesionistas y universitarios, que entregan parte de su tiempo a la misión.
El encuentro de ese domingo fue sumamente enriquecedor, no solo porque tuvimos la oportunidad de conocernos mejor, sino también porque pudimos profundizar en la historia de los Misioneros Claretianos, especialmente en nuestra llegada a México, siendo Toluca nuestra primera comunidad. Un detalle interesante fue que el grupo INCORAMA viste sudaderas con el logo de ClaretWay, lo que nos dio pie para dialogar sobre esta red de jóvenes claretianos. Les compartí un poco del lenguaje y los ideales de ClaretWay, incluyendo los puntos cardinales que la guían: Conocer, Amar, Servir y Alabar, inspirados en la oración apostólica del P. Claret. Además, les entregué el proyecto de pastoral juvenil vocacional para que lo estudien y se preparen para el próximo encuentro de referentes de pastoral juvenil que tendremos.
Fue verdaderamente gratificante compartir con estos jóvenes de INCORAMA, algunos de los cuales participarán en el Jubileo+ClaretWay del próximo año en Roma. Estoy seguro de que esta experiencia no solo potenciará nuestra pastoral de jóvenes en Toluca, sino que fortalecerá a toda la Provincia.
Como es costumbre cada vez que visito Toluca, también hice una visita rápida a los jóvenes de Hakuna Toluca, quienes participaron en el XIII Campamento San Joaquín y espero que puedan acompañarnos nuevamente en el próximo campamento. Compartir la vida con este grupo siempre es una fuente de riqueza tanto desde nuestro carisma claretiano como desde el propio de ellos. Nos enriquece como Iglesia y como familia, haciéndonos sentir en casa cada vez que estamos juntos.
Que el Corazón de María siga inspirándonos a mantener un corazón cercano a los jóvenes, para que siempre podamos ser casa para ellos donde encuentren acogida y amor.
